jueves, 16 de febrero de 2017

FUNDAMENTOS EPISTEMOLÓGICOS DE LA PEDAGÓGÍA

1.   La ciencia contemporánea

La ciencia (del latín scientia, "conocimiento"), es un conjunto ordenado de conocimientos, que explican las causas y las relaciones que se dan entre los seres, los fenómenos y sus propiedades. El saber científico no aspira a conocer las cosas superficialmente, sino que pretende entender las causas de lo que existe y de lo que ocurre, porque al entender las causas se comprenden mejor los efectos.
El conocimiento científico, se distingue del conocimiento espontáneo o vulgar, por la forma metódica y sistemática en la que se obtienen, siendo la tradición o la experiencia el origen de los conocimientos vulgares.
La ciencia es descriptiva, explicativa, definitoria, etc., investiga qué son las cosas, cómo actúan, cómo se relacionan, cuando, dónde, por qué.
Las ciencias pretender establecer leyes, basadas en las características comunes de las cosas y en la repetición de los fenómenos.
Podemos decir que el objetivo de la ciencia es conocer la realidad, comprenderla, para ponerla al servicio de la humanidad, pues, el ser humano se dedica a la ciencia movido por su afán de saber e instigado por sus infinitas necesidades.
En este marco, puede reconocerse que existen diferentes puntos de vista acerca del valor de la ciencia:
·         Valor explicativo de la ciencia
Einstein comparaba la ciencia con una novela policial. Se trata de un misterio no resuelto, del cual no podemos estar seguros que tenga solución. El libro viene a ser la naturaleza, todo lo que existe. A medida que lo leemos vamos conociendo más acerca de sus personajes, nos emocionamos, descubrimos pistas, etc. Pero a pesar de que leamos mucho estamos lejos de la solución y no sabemos con seguridad si ésta existe. Pudimos explicar ciertos datos de manera coherente pero luego aparecen otros que nos hacen cambiar de parecer. En las novelas policiales llega un momento en le que se disponen de todos los datos, en la novela policial de la naturaleza nunca se disponen de todos los datos. Tampoco se puede ir a la última página del libro a ver la solución. El hombre de ciencia tiene que buscar los datos ordenarlos coherentemente. Pero el científico no cuenta con un crimen ya cometido, tiene que cometerlo él, para luego investigarlo.
Para Einstein y para muchos hombres de ciencia contemporáneos, el misterio será siempre indescifrable, para éstos el mundo físico tiene una racionalidad que la ciencia se esfuerza por descubrir.
·         Valor descriptivo de la ciencia
La ciencia debe limitarse a darnos una descripción clara y económica de los hechos positivos. Sostiene que la ciencia tiene que observar un solo campo y trabajar en él: el de las sensaciones que es todo lo que podemos conocer. No es necesario hablar de causas ni de fuerzas misteriosas, sólo debemos decir “sucede esto” o “esto otro”, etc. Podemos descubrir relaciones que nos , prever que sucederá, pero nada más.
·         Valor predictivo de la ciencia
Las ciencias no se limitan a describir lo que ocurre, sino que, a través del conocimiento acumulado, intenta predecir lo que ocurrirá en cualquiera de las esferas de la realidad. Algunas de éstas ha logrado conocer más el ser humano, otras en cambio guardan aún grandes y profundos secretos; por ello, en las primeras el valor predictivo es superior que en las segundas, provocando con ello, en muchos casos, males significativos. Por ejemplo, en la medida en la que no se pueda predecir un tornado, se tendrá que soportar sus consecuencias sin mucha posibilidad de evitarlas
·         Valor práctico y social de la ciencia
Una interpretación contemporánea atribuye a la ciencia un simple valor práctico o instrumental. Establece que una teoría científica sólo tiene sentido por las consecuencias prácticas que pueden derivar de ella y, que las leyes científicas son simplemente normas de acción.
Es así que, en el siglo XIX se veía a la ciencia como la única posibilidad de salvación de la humanidad, pues, se consideraba que el conocimiento científico podía permitirnos conocer y dominar la naturaleza. A finales del siglo XX y en lo que tenemos vivido del siglo XXI, las ciencias están siendo relativizadas, porque el conocimiento científico ya no es considerado ni universal ni perfecto ni eterno, sino una circunstancial forma de entender la realidad. También hoy las ciencias son cuestionadas porque parece que muchas perdieron su vocación de servicio a la humanidad, convirtiéndose en simples recursos para amasar inmensas fortunas.

2.    LA EPISTEMOLOGÍA


Como ya se sabe, el conocimiento humano ha sido tradicionalmente un importante objeto de estudio de la Filosofía.Gnoseología”, “Epistemo­lo­gía” o, simplemente, “Teoría del Conocimiento” son términos muy usua­les con que se denomina ese campo especializado dentro de la filosofía. (En origen, el término epistemología era sinónimo de gnoseología, entendidos ambos como teoría del conocimiento. Sin embargo, conviene aclarar que este segundo sentido se refiere al conocimiento en general, mientras que el primero –epistemología- debe tomarse como conocimiento científico.)

La Epistemología (del griego, episteme, “conocimiento”; logos, “teoría o tratado”), es una rama de la filosofía que investiga los problemas referidos al conocimiento humano. Problemas tales como: ¿qué es el conocimiento?, ¿en qué se diferencia el conocimiento llamado vulgar, del conocimiento científico?, ¿es posible el conocimiento?, ¿cuáles son los fundamentos del conocimiento científico? ¿Cuáles serías sus límites?, ¿cuál es su valor? Como suele suceder en todas las áreas de la Filosofía, las respuestas son, a través de la historia, múltiples y frecuentemente divergentes e in­compatibles entre sí.

Aunque tales respuestas se han venido produciendo desde épocas muy remotas, es en el siglo XX cuando adquirieron su mayor relevan­cia, hasta el punto de que expresio­nes tales como “Filosofía de la Cien­cia” o “Metodología de la Ciencia” resultan imprescindibles en el lenguaje académico actual. A pesar de su gran complejidad y controversialidad, es sencillo explicar el interés, la importancia y la relevancia histórica del tema: preguntarse por el conocimiento científico equivale, en términos muy generales y primiti­vos, a preguntarse por la validez o credibilidad que tienen ciertos da­tos cognoscitivos sobre otros; equivale a preguntarse por la garantía o seguridad que ofrece un planteamiento cualquiera en cuanto posible fun­damento de las acciones humanas. En tal sentido, unas preguntas como, por ejemplo, “¿Cómo sé que lo que dices es verdad?” o “¿Cómo sé que puedo guiarme por tus explicaciones e informaciones respecto a esta du­da?” revelan la importancia de la epistemología y, la necesidad del conocimiento sistemático y científico. Es así como esta área filosófica  se ha con­vertido en uno de los grandes núcleos de interés humano, sobre todo en este siglo, cuando han revolucionado prácticamente todos los conoci­mientos anteriores y, cuando la tecnología, derivada de la ciencia, ha de­mostrado su gran poder de penetra­ción y control sobre el comportamiento de la naturaleza y del ser humano.

Para comprender mejor lo que es la epistemología y de esa forma saber la naturaleza, la validez y los límites de los conocimientos que forman el contenido teórico de la pedagogía, ahondaremos el problema del conocimiento.


2.1 EL PROBLEMA DEL CONOCIMIENTO


Todo conocimiento es una relación entre el sujeto, que es el que conoce (por ello “sujeto cognoscente”), y el objeto que es conocido (“objeto de conocimiento”). A estos factores se suma la relación que se da entre ellos. Estos son los tres elementos que hay en todo conocimiento.
La epistemología estudia la relación entre el sujeto y el objeto y todos los problemas que esa relación plantea. Se plantea preguntas como por ejemplo: si esa relación es posible, cuál es el origen de esta, su naturaleza, sus límites, etc.

El conocimiento puede ser entendido de diversas formas: como una contemplación, como una asimilación o como una creación. Es una contemplación porque conocer es ver, una asimilación porque es nutrirse y es una creación porque es engendrar. Para el mundo griego es una contemplación, para el mundo medieval es una asimilación y para el mundo moderno es una creación. Los representantes de estas concepciones pueden hallarse en Platón, Santo Tomas y Hegel, respectivamente.

El origen, el valor y el objeto del conocimiento también son entendidos de distintas formas.
El origen del conocimiento para los racionalistas está en el espíritu humano, para los empiristas en la experiencia, para los críticos es el producto tanto de la razón, como de la experiencia.

El valor del conocimiento para el dogmatismo no tiene límites, cree que los hombres pueden conocer la realidad tal cual es. El escepticismo (en griego, skeptesthai, “examinar”), niega la posibilidad de alcanzar el conocimiento de la realidad, como es en sí misma, fuera de la percepción humana; por extensión la palabra escepticismo significa también duda de lo que es generalmente aceptado como verdad. Para el relativismo no existen verdades absolutas y, al no existir éstas, sólo se puede conocer la realidad en forma relativa, es decir, de acuerdo al contexto y las circunstancias. El empirismo, afirma que todo conocimiento se basa en la experiencia, mientras que niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a priori. El criticismo somete a crítica la posibilidad del conocimiento, sus límites y sus fuentes. El positivismo que admite únicamente el método experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto, aunque en nuestros días se hizo presente un movimiento neopositivista que destaca en filosofía la importancia del análisis del lenguaje y de la metodología científica.

Como se verá, las concepciones que existen sobre el conocimiento son muchas, variadas y contradictorias en muchos casos. La postura que tome en este sentido el cientista de la educación, influirá nos sólo en su forma de concebir los conocimientos que se tienen o se logren sobre educación, sino también sobre su acción pedagógica, así podrá ser “dogmático”, “crítico”, “escéptico” o “positivista”
Las concepciones acerca del objeto del conocimiento dividen a las ciencias en formales y de la realidad, pero eso lo veremos más adelante en la clasificación de las ciencias.

2.2.    CARACTERISTICAS DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO


Evitando adoptar una de las posturas descritas líneas arriba, podemos decir en términos generales que el conocimiento científico es un saber crítico (fundamentado), metódico, verificable, sistemático, unificado, ordenado, universal, objetivo, comunicable (por medio del lenguaje científico), racional, provisorio y que explica y predice hechos por medio de leyes.
·          El conocimiento científico es crítico porque trata de distinguir lo verdadero de lo falso. Se distingue por justificar sus conocimientos, por dar pruebas de su verdad. Es fundamentado, porque intenta demostrar lo cierto de su afirmación.
·          Se fundamenta a través de los métodos de investigación y prueba El investigador sigue procedimientos, desarrolla su tarea basándose en un plan previo. La investigación científica no es errática (un mero hacer sin orientación) sino planeada.
·          Su verificación es posible mediante la aprobación del examen de la experiencia o la razón. Las técnicas de la verificación evolucionan en el transcurso del tiempo.
·          Es sistemático porque es una unidad ordenada, los nuevos conocimientos se integran al sistema, relacionándose con los que ya existían. Es ordenado porque no es un agregado de informaciones aisladas, sino un sistema de ideas conectadas entre sí.
·          Es universal porque no busca un conocimiento de lo singular y concreto, sino el conocimiento de lo general y abstracto, o sea de lo que las cosas tienen de idéntico y de permanente.
·          Es objetivo porque no depende de la subjetividad de las personas. Es de valor general y no de valor singular o individual. Pretende conocer la realidad tal como es, la garantía de esta objetividad son sus técnicas y sus métodos de investigación y prueba.
·          Es comunicable mediante el lenguaje científico, que es preciso e unívoco, comprensible para cualquier sujeto capacitado, quien podrá obtener los elementos necesarios para comprobar la validez de las teorías en sus aspectos lógicos y verificables.
·          Es racional porque la ciencia conoce las cosas mediante el uso de la inteligencia, de la razón.
·          El conocimiento científico es provisorio porque la ciencia es perfectible, porque la tarea de la ciencia no se detiene, prosigue sus investigaciones con el fin de comprender mejor la realidad. La búsqueda de la verdad es una tarea abierta.
·          La ciencia explica la realidad mediante leyes, éstas son las relaciones constantes y necesarias entre los hechos. Son proposiciones universales que establecen en que condiciones sucede determinado hecho, por medio de ellas se comprenden hechos particulares. También permiten adelantarse a los sucesos, predecirlos. Las explicaciones de los hechos son racionales, obtenidas por medio de la observación y la experimentación.

En resumen: el conocimiento científico es un conocimiento objetivo que se estructura en sistemas ordenados y verificables, es un conocimiento obtenido metódicamente y comunicado en un lenguaje que intenta evitar cualquier ambigüedad.

Como se verá más adelante, la pedagogía intenta responder a las características de las ciencias contemporáneas y, los conocimientos que acumula, intentan responder a las características del conocimiento científico.

3.    Los paradigmas científicos


En el período anterior al s. XX, tenemos dos  grandes paradigmas o interpretaciones del conocimiento científico: una, que si­túa la validez del conocimiento en los mecanismos de la razón; otra, que sitúa e­sa validez en los datos de los sentidos y de la experiencia. La primera es la interpretación RACIONALISTA del cono­cimiento científico, asociada comúnmente al método deductivo de descu­brimiento y compro­bación; la segunda, es la interpretación EMPIRISTA, que privilegia el método inductivo.

En el siglo XX y en el que hoy nos corresponde vivir, se forjan, tres modelos básicos de interpretación del conocimiento científico: Empirismo Lógico, Sociohistoricismo Humanista (o "interpretativo")  y Ra­cionalismo Crítico.

Por una parte, la Escuela de Viena, adscrita al denominado empirismo o positivismo lógico, hizo hincapié en que sólo era posible una clase de conocimiento: el conocimiento científico. Sus miembros creían que cualquier conocimiento válido tiene que ser verificable en la experiencia y la experimentación, por lo tanto, que mucho de lo que había sido dado por bueno por la filosofía no era ni verdadero ni falso, sino carente de sentido.

 El sociohistorisismo humanista nos dice que los conocimientos se hallan condicionados en mayor o menor medida por las condiciones históricas que se viven, pues, éstas conducen a pensar de una cierta forma la realidad según las circunstancias del momento.
El racionalismo crítico de Karl Popper, considera que la ciencia es una actividad esencialmente anárquica: escapa a cualquier teoría del conocimiento que pretenda recoger en un único modelo de racionalidad. Las ciencias avanzan no porque se prueba una teoría o una hipótesis, sino en la medida en la que se demuestra la falsedad de las que se consideran verdaderas.
Para lograr una mayor comprensión definiremos algunos elementos de la terminología que se emplea en este ámbito del saber:

Los términos modelo, hipótesis, ley y teoría tienen significados distintos en la ciencia que en el lenguaje cotidiano o coloquial. Los científicos utilizan el término modelo para referirse a una descripción de algo, especialmente una que pueda ser usada para realizar predicciones que puedan ser sometidas a prueba por experimentación u observación. Una hipótesis es una afirmación que (aun) no ha sido bien respaldada o bien no ha sido descartada. Una ley física o ley natural es una generalización científica basada en observaciones empíricas.

La palabra teoría es incomprendida particularmente por el común de la gente. El uso vulgar de la palabra "teoría" se refiere, equivocadamente, a ideas que no poseen demostraciones firmes o respaldo. En contraposición, los científicos generalmente utilizan esta palabra para referirse a cuerpos de leyes que realizan predicciones acerca de fenómenos específicos.

4.    clasificación de las Ciencias


Las ciencias pueden clasificarse de acuerdo a múltiples criterios, por su objeto, por su método, por su finalidad, por su orden histórico de aparición, etc.

Por el objeto de estudio, que es el sector o ámbito de la realidad estudiada, las ciencias se clasifican en ciencias de objetos ideales serían deductivas y, en ciencias de objetos reales serían inductivas.

La clasificación por el método las ordena en ciencias deductivas y en ciencias inductivas. Las inductivas son las ciencias empíricas, de la observación y parten de la experiencia de casos particulares para llegar a leyes universales. Las deductivas son las ciencias abstractas o ideales, y parten de definiciones elaboradas por la razón y de verdades generales para deducir de ellas la comprensión de hechos u objetos particulares o de sus propiedades nuevas. Esto no es muy riguroso porque no existen en la realidad ciencias puramente deductivas ni ciencias puramente inductivas.

La clasificación por la finalidad, las divide en teóricas, normativas y prácticas. Las teóricas buscan el conocimiento de las leyes, su objeto es averiguar como son las cosas. Pueden ser abstractas y concretas. Las abstractas buscan leyes generales, prescindiendo de los objetos y las concretas buscan conocer los objetos y a los seres en sus caracteres propios. Las normativas buscan establecer normas, su objeto no es investigar cómo son las cosas sino cómo deben ser. Las prácticas nos dan reglas para la acción.
El orden de aparición histórico de cada ciencia también puede ser criterio de clasificación. Porque nos muestran cómo van apareciendo en relación con las ya existentes y qué toman de éstas.

Una de las clasificaciones más aceptadas es la de ciencias fácticas y formales.  Las ciencias fácticas trabajan con objetos reales que ocupan un espacio y un tiempo. La palabra "fáctica" viene del latín factum que significa "hecho", o sea que trabaja con hechos. Se subdividen en naturales y sociales. Las primeras se preocupan por la naturaleza, las segundas por el ámbito humano. El ser humano es un ser natural, pero su mundo ya no es natural. La naturaleza se desenvuelve independientemente de su voluntad, en cambio existe, en forma paralela, un ámbito creado por él –la cultura-. Las ciencias naturales son la biología, física, química, etc. Y las ciencias sociales son sociología, PEDAGOGÍA, economía, psicología, etc. La verdad de estas ciencias es fáctica porque depende de hechos y es provisoria porque las nuevas investigaciones pueden presentar elementos para su refutación y perfeccionamiento.

Las formales trabajan con formas, es decir, con objetos ideales, que son creados por el hombre, que existen en su mente y son obtenidos por abstracción. Las ciencias formales son esencialmente la lógica y la matemática. Les interesan las formas y no los contenidos.

Esta división tiene en cuenta el objeto o tema de las disciplinas. Además esta división tiene en cuenta el método por el cual se ponen a prueba los enunciados verificables. Mientras que las ciencias formales se conforman con la lógica para comprobar sus teoremas, las ciencias fácticas recurren a la observación y/o al experimento.


Las ciencias formales demuestran o prueban; las fácticas verifican (confirman o disconfirman) hipótesis que mayoritariamente son provisionales. La demostración es completa y final; la verificación es incompleta y temporaria.

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