jueves, 20 de abril de 2017

Apuntes sobre la historia de la educación

APUNTES  SOBRE  LA  HISTORIA  DE  LA  EDUCACIÓN  Y LA  PEDAGÓGÍA


Existen muchos criterios para la división de la historia de la educación y la pedagogía. Así por ejemplo, existen quienes consideran los hitos que tuvo en su desarrollo este quehacer humano, la aparición y descrédito de las grandes corrientes pedagógicas; hay otros autores que dividen siguiendo el criterio de la división política de la Historia: en Prehistoria e historia, ésta, a su vez, en cuatro edades: Antigua, Media, Moderna y Contemporánea.

Nosotros utilizando el segundo criterio, iniciaremos nuestro recorrido describiendo las características del hecho educativo en los pueblos primitivos

1.    EDUCACIÓN EN LA PREHISTORIA: LOS PUEBLOS PRIMITIVOS


Es imprescindible hacer una aclaración previa de la diferencia que existe entre Educación Espontánea y Educación Sistemática. En la primera, la educación se opera como una simple influencia, no intencionada, de la generación anterior en la que la sigue, del adulto en el niño, en el trato cotidiano, en la vida diaria; en cambio, la Educación Sistemática supone una labor formativa intencional y planificada.

La Educación Espontánea es propia de los pueblos primitivos. Esto no supone que en la actualidad no exista esta modalidad de educación; todo lo contrario, existe y con mucha fuerza. Es la influencia que reciben los niños en la vida familiar, en las calles, los espectáculos públicos, etc.

Entre los pueblos primitivos la incorporación de los niños y adolescentes a la cultura de sus mayores, al “saber” de su tiempo, al dominio de las actividades, ocupaciones y técnicas de su comunidad lo hacían a través de la observación diaria, de la imitación de sus mayores y la participación cotidiana en los quehaceres de su comunidad. El niño asimila y se incorpora a la cultura de su pueblo desde cuando se halla en los brazos maternos, cuando hace vida de hogar, junto a su madre hasta los cinco a seis años, y, más tarde, cuando acompaña a su padre a la caza y en las faenas agrícolas y ganadera. Es decir, usando el lenguaje grato de la pedagogía moderna, podríamos decir que, en esos tiempos, la educación “era en la vida, y para la vida”; donde los niños aprenden haciendo. En esta forma, la observación, la imitación, la repetición, el hacer, constituyen verdaderos procedimientos y recursos de aprendizaje en esos lejanos tiempos. Fue, pues, una educación eminentemente práctica y utilitaria, a la vez que tradicionalista, en cuanto sus aprendizajes diarios eran rutinarios, repeticiones de las mismas actividades, bajo las mismas formas, tomando como normas de vida las prácticas y costumbres del pasado.

Como culminación de esta formación doméstica, tradicionalista y práctica de la educación en los pueblos primitivos, con alcances universales, solía practicarse las ceremonias de iniciación, actos acompañados de ritos y símbolos de carácter predominantemente mágico-religioso, que marcaba frecuentemente el comienzo de la adolescencia. Según Pierre Mendousse la iniciación perseguía una triple finalidad:

a) Exaltar en el joven, el valor, en sus diversas formas.
b) Fortalecerlo físicamente, prepararlo contra el dolor y la necesidad.
c) Iniciarlo en las creencias, tradicionales y otros conocimientos de los cuales depende la sobre vivencia y la felicidad del grupo.

Así, por ejemplo los clanes australianos sometían al adolescente a toda suerte de pruebas, castigos, halagos, amenazas, ruegos, etc. Para saber hasta donde llegaba su resistencia mental a la persuasión.

En las islas Polinesias y Melanesias, se daba mayor importancia a la iniciación intelectual. Apenas aparecía la barba en los adolescentes, se les secuestraba a un lugar convertido en tabú, donde se les instruía sobre las reglas morales, o las leyendas sagradas, especialmente las que se refieren a las plantas y animales totémicos, a las que se agregaban conocimientos destinados a realzar el valor de la función sexual.

2.     LA EDUCACIÓN EN LA EDAD ANTIGUA


La Edad Antigua, término que corresponde a un periodo cronológico delimitado entre la prehistoria y la edad media, se caracteriza por la aparición y consolidación de una serie de fenómenos, tales como la sedentarización y la creación de las ciudades, la aparición de una organización social más compleja (relativamente asimilable al actual concepto de Estado) y el inicio del uso de la escritura. Este último criterio no ha sido considerado sólo como marca del comienzo de la edad antigua desde un plano metodológico, es decir, por la irrupción de las fuentes escritas en el estudio de la historia frente a la exclusividad de las fuentes arqueológicas para el conocimiento de la prehistoria, sino por lo que supone el uso de la escritura en sí misma como instrumento de poder y de organización, como forma de expresión y el modo en que refleja el cambio en la concepción del mundo, vinculados a los procesos anteriormente enunciados.

A partir de estos criterios, los datos arqueológicos disponibles sitúan el inicio de la antigüedad en Oriente Próximo y en Egipto hacia finales del IV milenio a.C., mientras que en Grecia y Roma se situaría a mediados del II milenio a.C. y a mediados del I milenio a.C., respectivamente (Biblioteca de Consulta Microsoft ® Encarta).

2.1.        LA EDUCACIÓN EN GRECIA


domingo, 9 de abril de 2017

DEBEN HACER EL MAPA CONCEPTUAL, DE LA INFORMACIÓN SOBRE LA ESCUELA NUEVA Y LA TRADICIONAL PARA EL MARTES

LA ESCUELA TRADICIONAL,

EL  MODELO  INSTRUCCIONAL Y LA TEORÍA CONDUCTISTA

En  el siglo XVII surgen algunas críticas a la forma de enseñanza que se practicaba en los colegios internados. Éstos estaban a cargo de órdenes religiosas, tenían como finalidad alejar a la juventud de los problemas propios de la época y de la edad, ofreciendo una vida metódica en su interior. Se enseñaba los ideales de la antigüedad, la lengua escolar era el latín, y el dominio de la retórica era la culminación de esta educación. Los jóvenes, eran considerados propensos a la tentación, débiles y con atracción por el mal, por lo tanto, se consideraba necesario aislarlos del mundo externo, ya que éste es temido como fuente de tentaciones. Había que vigilar al alumno para que no sucumbiera a sus deseos y apetencias naturales.

Comenio, publicó en 1657 su obra titulada Didáctica Magna o Tratado del arte universal de enseñar todo a todos. En ella se señalan lo que serán las bases de la pedagogía tradicional. Comenio y Ratichius, fundadores de esta pedagogía, se oponen a que los niños aprendan a leer en latín y no en la lengua materna, postulan una escuela única, la escolarización a cargo del Estado para todos los niños, no importa el sexo, la condición social o la capacidad.

CARACTERÍSTICAS DE LA ESCUELA TRADICIONAL

La Escuela Tradicional del siglo XVII, significa Método y Orden. Siguiendo este principio, identificamos los siguientes aspectos que caracterizan a dicha escuela:

·         Magistrocentrismo. El maestro es la base y condición del éxito de la educación. A él le corresponde organizar el conocimiento, aislar y elaborar la materia que ha de ser aprendida, trazar el camino y llevar por él a sus alumnos. El maestro es el modelo y el guía, al que se debe imitar y obedecer. La disciplina y el castigo se consideran fundamentales, la disciplina y los ejercicios escolares son suficientes para desarrollar las virtudes humanas en los alumnos. El castigo ya sea en forma de reproches o de castigo físico estimula constantemente el progreso del alumno.
·         Enciclopedismo. La clase y la vida colectiva son organizadas, ordenadas y programadas. El manual escolar es la expresión de esta organización, orden y programación; todo lo que el niño tiene que aprender se encuentra en él, graduado y elaborado, si se quiere evitar la distracción y la confusión nada debe buscarse fuera del manual.
·         Verbalismo y pasividad. El método de enseñanza será el mismo para todos los niños y en todas las ocasiones. El repaso entendido como la repetición de lo que el maestro acaba de decir, tiene un papel fundamental en este método.

En el siglo XVIII se profundizó la crítica que a la educación de los internados habían dirigido Ratichius y Comenio. Posteriormente en el siglo XIX, autores como Durkheim, Alain y Cháteau sostienen que educar es elegir y proponer modelos a los alumnos con claridad y perfección. El alumno debe someterse a estos modelos, imitarlos, sujetarse a ellos. Para estos autores, la participación de los elementos que intervienen en el proceso educativo, no difiere sustancialmente de la postura sostenida por Comenio y Ratichius (s.XVII).

El maestro simplifica, prepara, organiza, y ordena. Es el guía, el mediador entre los modelos y el niño. Mediante los ejercicios escolares los alumnos adquirirán unas disposiciones físicas e intelectuales para entrar en contacto con los modelos. La disciplina escolar y el castigo siguen siendo fundamentales. El acatar las normas y reglas es la forma de acceso a los valores, a la moral y al dominio de sí mismo, lo que le permite librarse de su espontaneidad y sus deseos. Cuando esto no es así, el castigo hará que quien transgredió alguna norma o regla vuelva a someterse a éstas renunciando a los caprichos y tendencias personales. Para cumplir con esto los maestros deben mantener una actitud distante con respecto a los alumnos.

La filosofía de la Escuela Tradicional, considera que la mejor forma de preparar al niño para la vida es formar su inteligencia, su capacidad de resolver problemas, sus posibilidades de atención y de esfuerzo. Se le da gran importancia a la transmisión de la cultura y de los conocimientos, en tanto que se les considera de gran utilidad para ayudar al niño en el progreso de su personalidad. Debe tomarse en cuenta que, si bien la escuela tradicional se inicia en el siglo XVII, no deja su influjo e influencia, por lo menos en nuestro país, hasta las postrimerías del siglo XX y, en mucho, esta filosofía perdura en la educación en la actualidad.


LA NUEVA ESCUELA Y EL MODELO ACTIVISTA

¿Qué  es  la  Escuela  Nueva?


La Escuela Nueva rompe con el paradigma tradicional que explicaba el aprendizaje como el proceso de impresiones que desde el exterior se incrustan en los alumnos. En su lugar, la nueva escuela defenderá la acción como condición y garantía del aprendizaje. Para sus promotores, manipular es aprender, ya que es la acción directa sobre los objetos la que permite el conocimiento de los mismos.

Esta diferente manera de entender el aprendizaje genera en la escuela una verdadera revolución que se expresará en la búsqueda de unos propósitos distintos; lo cual, a su vez, incidirá en variaciones significativas en los contenidos, la manera como éstos se secuencien, las metodologías, los recursos didácticos y los criterios de evaluación. Aparece de esta forma el segundo gran modelo pedagógico: la pedagogía activa.


PARADIGMA PEDAGÓGICO DE LA NUEVA ESCUELA

La pedagogía activista explica el aprendizaje de una manera diferente a la pedagogía tradicional. El elemento principal de diferencia que  establece el activismo proviene de la identificación del aprendizaje con la acción. Se “aprende haciendo” dice Decroly, en un intento por sintetizar los lineamientos centrales la Escuela Nueva. El conocimiento será efectivo en la medida en que repose en el testimonio de la experiencia: en consecuencia, la escuela debe crear las condiciones para facilitar la manipulación y experimentación por parte de los alumnos. El niño pasa a ser así, el elemento fundamental de los procesos educativos, y tanto los programas como los métodos tendrán que partir de sus necesidades e intereses.

Esta nueva manera de entender el aprendizaje dependiente de la experiencia y no de la recepción generará un vuelco total en los modelos y experiencias pedagógicas. Sobre este nuevo paradigma se construirán la Escuela Nueva y la pedagogía activista.

  • Primer Postulado (propósitos):

El fin de la escuela no puede estar limitado al aprendizaje; la escuela debe preparar para la vida.

Para la pedagogía activista, la Escuela Tradicional redujo la función educativa a la transmisión de informaciones, limitando con ello el sentido de la escuela e inhibiendo la formación de personalidades libres, autónomas y seguras.

La escuela debe permitir al niño actuar y pensar a su manera, favoreciendo un desarrollo espontáneo, en el cual el maestro cumpla un papel de segundo orden y se libere el ambiente de las restricciones y las obligaciones propias de la Escuela Tradicional. Este proceso garantizará la experiencia con la libertad y la autonomía que se requieren en la vida. La escuela dejará así de ser un medio artificial separado de la vida, para convertirse en un pequeño mundo real y práctico que pone a los niños en contacto con la naturaleza y la realidad, con lo cual los prepara para la vida.

  • Segundo Postulado  (contenidos):

Si la escuela debe preparar para la vida, la naturaleza y la vida misma deben ser estudiadas.


LOS AGENTES DE LA EDUCACIÓN: EL EDUCANDO, EL EDUCADOR Y EL CIENTISTA DE LA EDUCACIÓN

 

Los agentes de la educación son todos los sujetos y medios de que la sociedad se vale para transmitir los contenidos de su cultura a las nuevas generaciones. La gama de estos factores o agentes de la educación, antaño casi reducida a la familia y la escuela, hoy presenta una gama muy extensa, casi infinita. Para su recuento, no hace falta más que preguntarnos ¿qué factores intervienen en la educación de un niño, de un adolescente o un adulto?: la televisión es un término que encierra ya una infinita gama de factores; las propagandas que, en la calle, nos espera a cada paso; la iglesia o cualquier grupo religioso, la prensa, la radio, los amigos, et., etc.

Un análisis de estos factores nos conducirá a repensar sobre el valor de cada uno y el camino que deberíamos seguir para lograr la educación que buscamos. 

1.   Los agentes primarios


Sin embargo de esa infinita gama de factores que intervienen en la educación del ser humano en sociedad, podemos decir que existen dos agentes primarios, es decir, agentes que hacen a la educación: el educando, los educadores y los contenidos.

1.1   El educando: concepto


El educando, siendo la persona que se educa, que aprende, no sólo se refiere al niño de escuela o al adolescente de colegio secundario, como generalmente se considera. El educando es la persona, que sin distinción de edad, se halla en ese proceso que caracteriza toda la vida del ser humano: aprender.

Pero, debe considerarse con toda la seriedad necesaria ese “aprender”, pues, es un proceso que hasta ahora no se acabó de comprender plenamente y, las diferentes formas de explicar este fenómeno, fueron generando, a lo largo de la historia de la educación, todas las escuelas y corrientes pedagógicas que hoy conocemos: el conductismo, la escuela nueva, el constructivismo, etc.

El cómo aprende el ser humano, es una interrogante no resuelta en su totalidad, lo que arrastra también a la simple teoría el cómo debe enseñarse.

Sin embargo, siendo el educando la persona que aprende, debemos hacer el esfuerzo de comprender todo el proceso psíquico que desata esta acción cognitiva, a más de conocer el  contexto en el que se da y en el que existen factores que determinan la orientación de dicho proceso.